En esa retraída imagen,
Mezcla de asombro y pudor,
Recuerdas a mis ojos,
En lejano fulgor;
El modo en que tus ojos dijeron
"te quiero, mi amor"
Fueron el asombro de noches;
Cargadas de deseo y pasión,
Tan solo besarte los labios,
Fue deseo, éxtasis y pasión.
Mía eres desde entonces...
porque te siento muy mía...
Porque al mirarte,
Siento que yo, también te pertenezco...
Fue tocar tu corazón,
Sentirlo latir tan fuerte;
Queriendo poseerme
¡Que fui tu esclavo para siempre!
Somos almas que se besan a escondidas del alba
Esperando ver llegar el amanecer...
Cuerpo con cuerpo
En esa calidez inmensa donde vive...
El hálito y la fe.
Amarte bajo el influjo de una luna blanca
O sobre una majestuosa ola gigante;
Que rompe sobre la playa...
Las dos almas abrazadas,
Buscando la libertad de amarse,
Para encontrarse de nuevo…
algún día... otra vez.