Imagen obtenida de Internet
Me siento sucio y miserable cuando te miro,
cuando después de hacer el amor
apoyas tu cabeza en mi pecho y me sonríes enamorada.
Y yo… como una vil serpiente me aparto
y doy la vuelta para
encenderme un pitillo…
estoy satisfecho, tú para mí no existes.
Sé que me amas sin medida,
sin adivinar el ingrato porvenir que te espera,
soy un “ente” que para bien o para mal
soy un mal "bicho", un “sin cerebro”.
Sí, amor… “uno de esos”
contra los cuales tantas veces te advertirá tu madre
y a la cual tú jamás pondrás oído
ni escucharás o harás ningún caso.
Ni siquiera el pasar de los años,
las palizas diarias o los reproches…
habrán conseguido hacerte ver
que no soy hombre bueno sino, un demonio.
Un ser horrible y gris, al que tan solo tu amor salvó
de no volver al infierno de donde salí
huyendo aterrado hace ya muchos… muchos años.
Sé muy bien que un día acabarás dormida para siempre,
muerta a
mis manos y aun así, sé que me sonreirás feliz,
no creyendo lo que verán tus ojos…
Tus dedos querrán cerrar la herida salvaje
que te infringieron
mis manos
y así te irás de este maldito mundo,
sin querer creer que yo, tu
amado, nunca te ha amado.
"Homenaje a todas esas mujeres maltratadas
por salvajes y cobardes, nunca dejéis de luchar, abrid los ojos, los
maltratadores, pese a serlo, se esconden tras pieles de corderos". ¡Ante
cualquier tipo de maltrato DENUNCIALO!
Un pequeño homenaje a tantas y tantas mujeres maltratadas y muertas por sus parejas o maridos.