Imagen obtenida de Internet
Tu cuerpo caliente se envuelve en mi piel
y noto tu estremecimiento y cómo tiemblas encendida.
Mi boca se entreabre y hambrienta, te apresa los labios,
haciéndose dueña de tu lengua y cálida fuente entrañable.
Estamos huidos y olvidados, entregados a la pasión, solos tú y
yo,
fundidos a una sola melodía, y a una sola orquesta,
cómplices con el
universo y formando, con nuestra entrega,
parte imprecisa del cosmos, su
amalgama de colores y de sus estrellas inviolables.
Mi cuerpo ruge extasiado, con hambre, hasta apoderarse del
tuyo,
sintiendo a tus entrañas calientes y a tu piel amoldarse a mi piel.
Ya
tiemblan mis labios enamorados, entregados al goce de tu boca
y extasiados
tragando tu saliva y bebiendo de tus gemidos descontrolados.