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    sábado, 26 de enero de 2013

    Ella no entiende que yo no deseo escucharla

     Imagen obtenida de Internet


    Me lastimo escuchando a mis pensamientos,
    con ésta triste nostalgia que se apodera de mí,
    que me inunda las entrañas por entero,

    y que consigue perturbar mi sentir.
    Con inmenso dolor, me da por pensar;
    ¿tendré yo la culpa de éste horrible penar?

    Entonces es cuando un escalofrío, 
    me recorre las entrañas, y una voz, 
    (que no reconozco como mía),
    me grita, insultándome perentoriamente y profunda.
    Aunque hago lo que puedo por no escucharla
    y aún menos, sentir.

    Ella parece querer decirme tantas cosas...
    No obstante, mis oídos aprieto fuertemente
    con mis manos para no escucharla.

    Es en vano, la voz, no deja de gritarme, 
    y hasta se irrita y redobla esfuerzos, 
    con sus gritos en mis adentros, no cesa, 
    ¡quiere por mí hacerse escuchar!

    Ella no entiende, no comprende 
    que no deseo escucharla, 
    y no razona al decirle con mi talante miedoso, 
    que no busco ni deseo otra cosa que la paz…

    Que mi vida quiero que siga siendo ese desierto,
    donde un día pueda, al fin mi alma, 
    alcanzar la ansiada paz y descansar.






    viernes, 25 de enero de 2013

    Anoche me visitó un Ángel...

    Imagen obtenida de Internet



    Anoche me desperté sobresaltado,
    y al levantar los ojos,
    queriendo ver aquello que me sobresaltó,
    me encontré de frente con un ángel

    de grandes y hermosas alas blancas…
    Me miraba con extraña simpatía,
    mudo e hierático,
    tan solo sus ojos parecían hablarme.

    Pensé entonces en ti... y sin pensarlo dos veces,
    le pregunté con insistencia si sabía de ti.
    No tuve que hacer mucho esfuerzo para hacerle entender
    que era mi amor por ti lo que me hacía insistirle tanto.

    Viéndome tan patético y con los ojos anegados en lágrimas,
    consintió en contentarme y hablarme
    de todo aquello que tanto me hacía sufrir.
    Me senté en la cama y escuché lo que, 
    dulcemente y mirándome a los ojos me decía:

    "Ella está bien, su tiempo siempre será también tu tiempo,
    y un día os encontraréis los dos,
    puede que no en este año... tampoco en este siglo,
    pero, un día… al fin, os encontraréis".

    Cuando el ángel se fue, (se diluyó en el vacío
    como lo haría una voluta de humo
    ante un soplo de aire frío)...
    Me quedé con la extraña sensación
    de que todo no había sido más que
    el último sueño de un poeta loco y yermo.





    miércoles, 23 de enero de 2013

    Sobre sus sábanas de seda, en su cuna, lo acosté para que soñara…

    Imagen obtenida de Internet

    Cuando los vi no di crédito a mis ojos,
    toda mí fuerza, sensación de poder u hombría, 
    se derrumbaron como un muro de arcilla.

    Primero la tristeza se adueñó de todo mi corazón 
    y me quedé en silencio…
    ¿Qué hacía yo no estando ahí con ellos?
    Luego, me di cuenta, y mis ojos de lágrimas 
    se inundaron… y esas lágrimas,
    ¡todas eran mías!

    Forcé a mis pies a caminar y fui hacia ellos,
    y al llegar, abracé y sorbí cuantas lágrimas aún corrían por mis mejillas
    y dejando a un lado la tristeza,
    dejé hablar al alma y ella, habló… 
    y les dijo desgarrada cuanto los amaba y quería.

    A él, lo besé y mojé sin querer,
    con las lágrimas saladas de mis ojos,
    mientras lo alzaba en mis brazos 
    y acunaba con amor pues, aún dormía…
    .
    Después, sobre sus sábanas de seda,
    y en su cuna, lo acosté para que soñara …
    A ella acerqué mi frente arrugada, después, con un dulcísimo beso,
    le dije al oído... cuanto la amaba.





    martes, 22 de enero de 2013

    ¿A quién le importa?


    Siento despedirme así… es duro hasta para mí.
    Mi tiempo, ese tiempo del que todos disponemos,
    se me acaba, se evapora como el vapor de agua.
    como las quimeras…

    Pero, ¿a quién le importa?
    llegué solo a la tierra, y sólo me volveré a ir.
    Las heridas, aquellas que me infringí, no se cerraron,
    siguen abiertas, sangrando,
    ya a estas alturas, son purulentas,
    de podridas y enquistada que las tengo.

    Ni siquiera voy a echar la vista atrás,
    ¿para qué, qué quiero o debo recordar?
    nunca tuve vida, para mí que nací muerto...
    0 si acaso… al nacer, me durmieron.

    Me voy...

    Sin embargo, marcharé llevándome mí dolor,
    los que amé aún siguen ahí... y me voy con el convencimiento que no los volveré a ver.

    Dejaré detrás de mí el sufrimiento de cuantos me amaron,
    sembrando, mientras desaparezco,
    las semillas vírgenes de quienes alguna vez, me quisieron.





    lunes, 21 de enero de 2013

    ¡Madre! ¿No me escuchas? mi voz la grita desde mis adentros



    Camina a tientas… a trompicones,
    doblando su escuálido cuerpo
    mientras le bailan sus huesos
    y su mente se pierde y evade en sus adentros.


    Ya no me sonríen sus ojos,
    su expresión al sonreír, es inexpresiva,
    como si estuviese perdida y hubiese naufragado...
    ¡en un inmenso mar de arena y desierto!


    ¡Madre! ¿No me escuchas?
    mi voz la grita desde mis adentros,
    golpeando con rabia a este necio corazón,
    desde el más profundo lugar...
    ¡dónde duerme, llorando, el sentimiento!


    ¡Maldigo tu enfermedad!
    ... esa que te ha llevado presa,
    huyendo hasta los confines de una soleada tarde…
    dónde, quizás visites el mar… y allá… guardes tus naves.





    “El Alzheimer es terrible, para el paciente,
    como para los propios cuidadores,
    sobre todo, cuando son familiares cercanos
    del paciente, ya sean hijos, hijas o nueras”.

    viernes, 18 de enero de 2013

    Seré del eco, su cimbreo, del viento, su libertad




    Transito en ese lugar donde
     naufragan las emociones,
    me mueven por doquier sin sosiego
     buscando un refugio para mi mal,
     intentando aislar de mí
    a esta ansia infantil que me desespera
    y que me impide despertar.

     En mi desesperanzado caminar,
    el cielo formará parte de mi techo,
    al igual que el suelo será,
     en un futuro no muy lejano;
    la cama que me acoja en mi final.

    Voy y vuelvo,
    describo de la tarde sus aromas y sabores
    y perfilo de mi parte de hombre,
     su figura fantasmal.

    Seré del eco, su cimbreo,
    del viento, su libertad.
    No querré buscar, no, ese destino
     que me hunda aún más.

    Me alejaré arropado por los sinsabores,
    la escarcha fundida y fría, me perseguirá…
    Aún así seré uniforme, insípido, sin olores;

    seguiré siendo por siempre… uno más.



    lunes, 14 de enero de 2013

    Vencido al fin en tus brazos... ¡a tu cariño!

     

    Te miro al negro profundo de tus ojos,
    esperando ver reflejados en ellos la luz
    de la aurora, húmeda y pálida;
    con el aroma inconfundible de la mañana
    en sus brillantes hojas...

    Arropados por el sonido envolvente
    del murmullo de las gotas de rocío
    derramadas suavemente sobre la tierra
    que las toma como alimento
    y se las guarda, caprichosa, en sus entrañas.

    Y me miro en ellos...
    cayendo en la profundidad esquiva y sutil
    del alma que me acaricia y espera...
    Tú, la fiera que arde en llama temblorosa
    abrasando mi  corazón,
    mientras me atrapas en un lazo rosa,
    con palabras dulces, ardorosas y hermosas.

    Y me entrego a ti, con arrojo y sin miedo, mirando fijo
    a tus ojos, negros y profundamente misteriosos,
    vencido al fin en tus brazos... ¡a tu cariño!

     A la explosión de amor que arde inflamando en mi  pecho,

    encontrando tan solo el consuelo entre las cenizas vivientes de mi desconsuelo, por quererte y con mucha pasión... ¡amarte!



    lunes, 7 de enero de 2013

    Amarte fue, es y será, mi delirio

    Imagen obtenida en Internet



    Cómo crece la hierba en el desierto
    o en el páramo con orgullo luce la flor.
    Late mi corazón en mi pecho esperando
    sentir el rápido latir de tu corazón.

    Seguiré esperando su sonido
    o tu respiración agitada y consentida,
    aunque el tiempo transcurra muy lentamente
    y siga yo sin escuchar los suspiros de tu amor .

    Sé de sobras que no es culpa tuya,
    estás ahí, muy cerquita y silenciosa,
    oculta tras ese escurridizo temor a sufrir una desilusión.  
    Lo sé no me sufras, amor,
    no tienes que decirme nada, soy yo...

    Amarte fue, es  y será, mi delirio.
    Solo faltará que escuches de mis labios ésta canción... 
    «te quise, te quiero  y te amaré con desesperación. 
    Sigue ahí si quieres, oculta,  
    pero  ¡no te marches lejos por favor!»

    Tal vez nunca podré abrazarte,
    y de tus labios húmedos y apetitosos,
    seguiré sin escuchar una sola palabra de amor.

    No obstante, amor mío, sigo aquí, esperando
    enfebrecido a que tú por fin, me susurres
    «No sufras amor, no me voy,
    solo estoy descansando
    y esperándote desnuda en nuestra cama, 
    aguardando a que me abrace tu amor».