Cuando la eternidad se convierte en beso,
y ese beso es tan profundo
que se transforma en universo.
Sin duda, esa eternidad es AHORA
y el universo un instante que pide a gritos ¡ESPÉRAME!
Si supiera amor, que al dormirme,
en mi sueño, soñaría contigo,
me dormiría para no despertarme jamás
y para estar siempre soñando contigo.
Creería que estoy pegado a ti,
como el suspiro de tu boca
lo está fundido a tus labios, mientras te llamo,
ardiendo de
deseo, cuerpo a cuerpo y piel con piel.
Unidos los dos en un haz de luz
formando una eternidad y
viajando juntos sin descanso,
a galope de nuestras fantasías
sexuales y desbocadas fantásticas locuras.