Pudiera ser que un beso no sea la vida entera, cierto, sin embargo, somos capaces de pensar que sí y entregar corazón y alma a quien nos lo de. Después, dejémonos llevar y que el tiempo nos abrace con su tic, tac.
domingo, 31 de mayo de 2015
Ven, mujer, amada y dichosa, entre sábanas y goces
desde
que te conocí te convertiste en vida, aire y sol;
tus
pensamientos son, a mis manos, arcilla y tonalidades,
donde
brillas cada vez más con luz propia como un girasol.
Ven,
recuesta tu cabeza sobre mis hombros, no me tardes;
soy
abrazo amado de tus deseos otoñales, crisol;
de
la estrella, que te desea, y hace vibrar en tus tardes,
hendiendo
tu carne, acariciándote y amándote al sol.
Ven,
mujer, amada y dichosa, entre sábanas y sauces,
para
mi fuiste oda, verso, rima, dulzura
deseada;
luz
que brillaba en las mañanas y hoy, amor, te deshaces
conmigo,
entre mis brazos, piel, mi cuerpo, ¡acelerada!
manantial
de placer que se buscan en los ríos y cauces
y
que encontramos los dos, amándonos… y a mi acurrucada.
sábado, 30 de mayo de 2015
Soy un ente fantasmal, lúgubre, ceniciento y etéreo
Imagen obtenida de Internet
Se me abren las entrañas, mientras
las lágrimas fluyen con ardor de mis ojos,
parecen querer gritarme,
cuando resbalan veloces por mis mejillas
veloces y sin pausa, cuánto es su dolor.
Odio sentirme tan desgraciado, porque
no tengo derecho a quejarme, la vida,
jamás fue cruel conmigo ni me abandonó,
al contrario, me estuvo arropando y protegió.
El escozor de mis ojos me hace ver diferente.
Le grito al aire mi dolor, por sentirme tan solo,
¿la excusa? ser desgraciado y miserable.
No hay sentido en mis lágrimas ni lo hay
en la pasión impuesta, desafiante y desgarradora
a mis males y a mi sin razón.
Soy un ente fantasmal, lúgubre, ceniciento y etéreo,
de aquello que vivió, sufrió y se dolió…
culpando a los demás mortales de su dolor.
martes, 26 de mayo de 2015
MI BELLA PRINCESITA: cumple hoy sus quince años.
Tardaste cuatro largos años en darnos
el sí...
un quince de agosto del año 1999
exactamente.
Sí, el día antes de que tu madre
cumpliera treinta y dos años.
(No, tranquila, no te contaré como
“entablamos” conversación contigo,
solo te diré que fue muy romántico...).
No fue hasta casi un mes después de esa
“conversación”
que pude convencer a tu madre
de que se hiciera la prueba de
embarazo.
No te podrás ni imaginar la llantera
que cogió tu madre...
y yo claro. Hacía tanto que te
buscábamos hija mía...
que durante largo rato permanecimos los
dos abrazados,
sin hablar, temiendo que todo fuese un
sueño
y sufriendo… pensando que nos íbamos a
despertar
en cualquier instante y que se rompiese
esa magia.
Pero no, no se rompió y, casi nueve
meses después,
un 26 de mayo del año 2000 (a las 20:45 de la noche)
nacías tú.
(No sabes el trabajo que le costó a tu
madre
sacarte de su vientre, no querías salir
de allí ni a la de tres.
“Estoy seguro que ya te apercibiste
en aquellos días que la vida fuera… no
sería nada fácil”).
¡Qué horas de dolor y ansiedad pasó tu
madre!
(y las que pasé yo sufriendo
por no poder acompañarla en su dolor,
sintiendo lo mismo que sentía ella).
Pero, al fin,
mediante cesárea,
(pues no hubo manera que tomaras el
camino recto),
naciste tu.... Hija mía,
imposible describir las emociones tan
fuertes e intensas
que sentí aquel día al verte salir en
la incubadora.
Ver tu carita morena, lisa y sin una
sola arruga...
¡Tan hermosa!
y con esos ojazos negros bien abiertos,
(Parecías una indita)
y lo que sentí... sobre todo, cuando te
hablé
“qué te pasa mi vida, qué tienes,
aquí está papá, mi amor”,
tus ojos se giraron, intentando ver…
(Como buscándome)
y pareciste reconocerme pues, paraste
de llorar.
Nunca olvidaré ese día, ¡NUNCA!
Lo tengo grabado en el corazón y en la
memoria a fuego.
Sé que te estarás diciendo;
“Jo, si esto me lo ha contado ya un
millón de veces”.
Y es cierto...
Pero, quisiera poder contártelo un millón
de veces más.
Te podría contar muchísimas cosas más
pero sé que, con las fotos, vídeos
y multitud de recuerdos que hay en la
casa,
un día u otro, tu, los buscarás por ti
misma.
Te amo mi hija bella y siempre serás
para mí;
MI BELLA PRINCESITA.
(Sé que lo sabes pero me gusta
recordártelo).
Quince años Cumple mi Princesa
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domingo, 24 de mayo de 2015
Besos, aire, susurros... ¡orgasmos!
Sus ojos brillan
encendidos como perlas cristalinas, los míos son brasas ardientes al mirarla
con calentura y deseo, con ansias de poseerla y hacerla mía. Aproximo mi
masculinidad fusionando mi excitación a su cuerpo incandescente, la beso
apasionado... mientras sus labios se apoderan de los míos y su lengua me enlaza
y convierten así la mía en arcilla.
Recorro con mi
lengua sus líneas divinas y me aposento en su mundo de Barbarella, dejándome la
piel y el alma incrustadas en sus endorfinas mientras ella me modela y da forma
a voluntad. ¡Mi dueña, aun sin cadenas!, con su melena rizada al viento, sus
besos, su aliento al gemir y el susurrar de sus jadeos inhalados por mis
costillas.
Soy un velero en
sus manos, el llanto que me avasalla,
la libido que besa al labio, la carne y penas fundidas a mis
entrañas, satisfechas las ansias, ahítas y saciadas de orgasmos en ella.
sábado, 23 de mayo de 2015
Como final absurdo, su orgasmo, a mis entrañas
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viernes, 22 de mayo de 2015
Tu corazón, tus ganas y tus entrañas - Pepe Sarmiento
Mi poema: "TU CORAZÓN, TUS GANAS Y TUS ENTRAÑAS", fantástica voz del poeta, cantante, y actor de cine Pepe Sarmiento Villa.
jueves, 21 de mayo de 2015
Me hizo besarla hondamente y paliar su dolor
Recogí mis ansias de quererte y me fui tras el sol,
grato sentir su cálido, reconfortante calor.
Me así de sus rayos y quedé ciego de su fragor,
hermoso gesto el suyo, me hizo hijo, amante y crisol.
Busqué ansioso en su lomo, playas de arenas con ardor.
Solo encontré oquedades, piedras secas y un girasol
vivaz e ilusionado corajudo y adulador.
De leche, miel y frutos secos, sus labios, un guiñol.
Ante mí se convirtió en hembra... una adorable ilusión.
Me dejé llevar por sus ojos, perseguí, sin valor.
Acaricié su melena azul y... canté su canción.
Atontado, me dejé arrastrar por su boca, su candor.
Fuego ardiente salido de su cuerpo, una abducción...
Hizo que la penetrara hondamente y besar su dolor.
Tu corazón, tus ganas y tus entrañas…
Con la fuerza de mis ganas y tú deseo, vida mía.
Sentirás en
tu pecho como se desgrana y desgarra mi alma.
Cuando te abrazo, te acaricio, me
suspiras
o pruebo el sabor dulce de tus lágrimas...
Será entonces cuando tu cuerpo ardiente
se abra a mi cuerpo, al
mismo tiempo
que se abrirá tu corazón, tus ganas y tus entrañas…
Mi carne dura y palpitante, sin pensarlo dos veces,
penetrará
en tu carne, y se desvestirá en tu alma
para que sientas en ti, mi amor,
mis ansias tantos años guardadas
y ahora al fin desbocadas, al
mismo tiempo,
la agonía y la vida abriendo libres y felices, sus alas.
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