Imagen obtenida del Internet
Me dice la razón que no nunca alcanzaré mi sueño.
Que está distancia es inalcanzable hasta para mi pensamiento.
¿Será cierto entonces que donde vivo,
es en las entrañas del
infierno?
Pregunta sin respuesta, el diablo te dejará preguntar,
pero
jamás te dejará responderle.
Alce mi mano contra Dios ejercitando mi derecho
a disputarle
el cielo.
Caí en desgracia al instante por pretenderlo
y herido por un rayo, desvirtué mi desconsuelo.
Calló la voz de mi espíritu en sus brazos, al que abrazó,
meció en sus brazos e hizo hijo eterno.
Ahora resisto como la leve bruma que asusta
al pensamiento mortal, lo aterroriza y vapulea,
hasta hacerlo temeroso, prohibiéndole el rezar
y condicionando su mente a preguntarse
¿Existe en el cielo alguna libertad o somos tan solo,
como en
la tierra, estatuas de sal?
Cómo hijo de Dios empecé el camino,
como demonio infernal me
rebelé,
Ahora solo soy un eco sordo, un rayo en el cielo,
un terremoto u holocausto que anuncia en la tierra
de los hombres su anunciado final.