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    viernes, 30 de marzo de 2012

    ¡Cayendo los dos en las brasas de la hoguera!



    Quise entrar errante en tu camino,
    dando pasos de ciego,
    la dicha en busca de una quimera,
    no estabas tú, esperando a que yo fuera.

    Te encontré sinuosa y esquiva,
    bailando en una sala cualquiera,
    nuestros ojos cruzaron la mirada
    y... surgió el relámpago
    ¡premiándonos a los dos de primavera..!

    Enamorarnos fue a una sola obsesión,
    darnos sin adornos nuestro amor,
    para luego dar rienda suelta a la pasión
    ¡cayendo  los dos en las brasas de la hoguera!

    Al salvaje río que fluyó tumultuoso,
    de nuestra más encendida pasión.
    bebimos como ebrios enfervorecidos
    de la salvia nueva de nuestros cuerpos…

    Satisfaciendo las ansias del deseo;
    ¡muriendo cada uno en el interior del otro!

    dos  seres perdidos…
    por la furia de dos sexos
     buscando estallar la lujuria en el cielo
    y convertirla en el volcán de nuestros deseos,
    en forma de placer inmenso...

    Arranqué de tu ser... esa  flor hermosa
    Y la regué con mí amor, dándole después el fruto

    ¡De  nuestra amada y loca primavera...!!



    miércoles, 28 de marzo de 2012

    Guardé mi aplastante soledad y la sumergí en lo más hondo de mi ser

     
    Después de  prometerme no volver a amar…
    de deshacerme de  los lazos terrenales
    y de querer ahogar mi angustia en sal,
    dejé al fin a mi espíritu morir… en libertad.

    Guardé mi aplastante soledad,
    y la sumergí en lo más hondo de mi ser,
    esperando tal vez a que no volviera a emerger jamás.

    Cansado estaba de tantas falsas esperanzas,
    con los armarios llenos de angustias, guardados bajo llave,
    hoy les dejé al fin la puerta abierta...
    y dejo a mi alma gritar con desgarradora  desesperanza...
    ¡huid de mi... hacia quién de verdad os ame!






    Ya no hay luz en tus ojos… ¡Madre!






    Ya no hay luz en sus ojos,
    sus piernas se van cansando,
    ya no recuerda y ni piensa
    sus pensamientos se van apagando…

    En  la oscuridad de sus años,
    a quienes una vez trajo al mundo,
    apenas  esbozados quedan en su mente,
    para instantes después… olvidarles
    en los oscuros vericuetos  de  su cerebro.

     Camina   a tientas… casi a trompicones,
    doblándosele su escuálido cuerpo,
    mientras le bailan los huesos
    y su mente se pierde  para sus adentros.

    Ya no me sonríen sus ojos,
    sus labios al reír parecen huecos,
    cómo si perdida estuviera y naufragara…
    ¡en un  inmenso mar desierto!

    ¡Madre! ¿No me escuchas?
    mi boca te grita desde dentro,
    golpeando a este necio corazón,
    escondido en esos profundos lugares…
    ¡dónde duerme el sentimiento!

    ¡Maldigo la enfermedad!
    ésa que te supo  llevar presa,
    y te llevó huida hasta los confines
    de una soleada tarde,
     dónde, quizás viste el mar…

    Y allá… te guardaste y recogiste tus naves.




    martes, 27 de marzo de 2012

    Me odié… me odié casi tanto como me amé



    Y quise perderme…
     en  el confín más lejano de mis pensamientos,
    rechazando los sentires del alma,
    obviando las razones del corazón
    y negándome su  latir desesperado que
    no se cansaba de pedirme… amor.

    Me odié…
    me odié casi tanto como me amé,
    con la ilusión de aquel que vive soñando
    y muere de vez en vez… al despertar.

    Me pregunté, sin embargo,
    ¿alguna vez lograré abrir esa puerta
    y en esa puerta… el amor me estará esperando?

    No renacerá nos obstante de mí una nueva esperanza,
    siempre será la misma, y me persigue,
    sin tan siquiera preguntarme si lo deseo…
    ¡no habrá, para ti, vida! me dice….

    solo  estará la muerte… ¡esperándote!


    sábado, 24 de marzo de 2012

    Labios que, sin besar, se beben la vida entera




    Apenas unos roces furtivos
    son los suspiros de tus labios
    en mi boca, cuando te digo; ¡te amo!

    Silenciosa melodía guarda alientos sordos
    en volcanes tormentosos de pechos heridos por el amor,
    atormentados y a la vez dichosos...
    caricias qué no recibí y que sin embargo;
    son sentidas muy adentro... en el alma.

    Labios que, sin besar, se beben la vida entera
    y construyen  huracanes, en  corazones llenos de quimeras...
    sentires y emociones intensas cabalgando a lomos
    de una esperanza, guardando fieles, su grandeza,

     y la vida fructífera de amor que ¡les espera...!!


    Acallando al sordo tronar del corazón



    En surcos dorados viaja errante mi poesía,
    renovada e ilusionada por ti...
    y calzada con la malla gigante de esta fantasía mía...
    una realidad incesante, al amarte así...

    Amor...
    palabra mágica donde las halla
    en voces de enamoradas sinfonías,
    causante de amores y pasiones
    ¡de volcanes en erupción y de alegrías!

    Volátiles en rubíes nacarados surcan el inmenso océano
    aromatizando las olas del mar, ¡rompedoras e inquietas!
    quebrándose  silenciosas sobre la arena que,
    ¡las engulle sin más...!

    Sombras de irreverente reverencia quiebran la noche,
    alojándose en el estímulo y esperanzador murmullo.
    Acallando al sordo tronar del corazón.

    ¡Y  hay va...! dije yo.
    El amor batallando en su lecho nupcial,
    esperando amansarle y dominarle...

    inútil... ¡se me volvió a escapar!


    Vibrar contigo y en tu cuerpo cada anochecer

    Imagen obtenida de Internet 
    Hoy deseaba acercarme al abismo
    de tu mirada y tentar a la memoria
    para que tu imagen me guardara...
    sentir así como mi aliento
    quemaba tu boca cuando te besara...


    Humedecer mi cuerpo en tu interior
    de mujer sexy y muy amada,
    penetrando muy lentamente
    en ese avaricioso lugar
    donde se pierden las formas
    y se convierten en lujuria desatada...


    Memorizar cada pliegue de tu piel
    en cada neurona mía
    y hacerla partícipe de mi goce
    por hallarlas...
    tenerte mía y no soltarte,
    amarte hasta salir el sol por la mañana...


    Deseo ser tu candela en invierno
    como tú eres mi sol,
    en este otoño de mis mañanas...

    Amarte en líneas sonrosadas
    lamiendo y besando tu piel,
    hasta sentir como vibras
    y me gritas tu placer.

    Vibrar contigo y en tu cuerpo cada anochecer,
    gritando los dos a un tiempo

    ¡te guardaré por siempre en  mi mañana...!




    miércoles, 21 de marzo de 2012

    Entre suspiros y la bebida...






    Hoy despertó mi fiebre salobre
    y la tempestad, como un rugido,
    me abrió en canal,
    desgarrando  a zarpazos
    la inocencia  de un niño...

    Huí hacia el fondo de mi alma,
    persiguiendo una fe, a la que
    mantuve siempre dormida,
    esperando a la llegada de la muerte.

    Fue así precisamente que conocí la vida,
    y entre suspiros y la bebida...
    fui ganándome el cielo
    ¡a base de promesas fingidas!

    ¡Tengo hambre de fe!
    y mis esperanzas quieren una respuesta...
    mis ojos alzo hacia arriba, miran al cielo...

    ¡y nada...  siguen sin ver!


    ¡Hoy me abrazó el amor!

     
    Desde las sombras lejanas de la memoria,
    me llega el suspiro de una soñada dama,
    aires y aromas de fragancias lejanas
    sobre mi pecho, Un día, inflamó.
    Espirito… de una incipiente llama que,
    ardiente, me  urge con vivaz desesperación.

    Entra velozmente en mis entrañas,
    con sueños de un durmiente,
    desolada y llena de dolor...
    de rubíes y  de fresas
    ¡fueron sus besos endulzados…
    fundiéndose golosos al corazón!

    De todo lujo sentí su boca
    y la alegría me poseyó,
    creando en mi ser;
    placeres inimaginables.
    Sueños dormidos,
    en mi alma  y en mi cuerpo Despertó.

    Por fin, pensé gozoso…
    en la dicha dormida
    y llegada sin equipaje
     ¡me abraza el amor!





    sábado, 17 de marzo de 2012

    Ser feliz... qué felicidad puede ser tan dolorosa


    Desilusionado con la vida
    me esfuerzo en comprender
    ¿de qué sirve mi dolor,
    si de sombras y dolores varios,
    voy sin rumbo  a ninguna parte?

    Sueños que sin embargo,
    nos aparecen y desaparecen
    sin saber por qué,
    anillados o enredados en nuestros cuerpos,
    ahogando a nuestro corazón.

    Ser feliz...
    qué felicidad puede ser tan dolorosa?
    querer o no querer…
    ¿de qué nos sirve y para qué?

    Somos siglos venideros en una guerra
    sin límite y sin cuartel,
    o tal vez…

    ¿sin saber realmente que lo es?



    lunes, 12 de marzo de 2012

    Cuanto más huía… más me acercaba a la nada

    Gif obtenido de Internet 

    No quise despertar al sufrimiento
    en un hálito de confianza ciega.
    Ceguera sin duda
    de una ardua labor que fuera, una quimera.

    Subrayé sin dudar,
    cuanto me aterrorizaba
    y reescribí cuanto obviaba,
    esperando encontrar en un amor;
    todas las esperanzas deseadas.

    Cuanto más huía…
    más me acercaba a la nada,
    un abismo de opacos sufrimientos
    recreados en mi enferma ilusión desesperada.

    Amores que querían salir ilesos,
    desgarraban  mi piel cuarteada,
    envuelta en un fracasado manifiesto,
    de una falsa historia nunca empezada.

    Duele tanto el corazón…
    con tantas historias soñadas que,
    sin estar vivo, tampoco puedo decir
    en verdad que esté del todo muerto.



    Te fuiste empujada por el viento


    Imagen obtenida de Internet


    Nada es tan imposible como querer apresar
    o dominar el ondular del viento.
    Quisiéramos retenerlo, ¡fundirlo entre nuestros dedos!,
    cincelando con él a placer, ¡todos nuestros anhelos!

    Pese a sentir como nos golpea sin cesar,
    negándonos su excitante visión.
    Hasta se oscurece ante tus ojos verdes
    y nos lleva a ambos ante mundos infames,
    donde la luz jamás nos vuelve a aparecer.

    Desaparecerá... entonces sí, para siempre,
    sin querer esperarnos, dejándonos solos
    y sumiendo nuestras almas en la oscuridad.

    No volveré a sentir clavados en mí ser
    tus preciosos ojos verdes... ni besaré la flor de tú pensamiento. 
    Pensando que tú, solo tú te fuiste
    en persecución del viento, el mismo que a mí me apartó
    y me alejó a la vez de tu desprecio.