Casi sin pensar, sin apenas esforzarme.
te siento tan adentro, vida mía...
y vives tan hondo en mis entrañas que,
apenas soy capaz de presentir cuánto te amo...
No se mi amor, cómo retenerte,
cómo apresarte entre mis brazos
hasta poder sentir tu pecho cálido,
tus labios húmedos
y tú aliento quemando en mi cuello.
Tu aroma, mi amor, me prende...
¡me enciende!
"como la yesca seca
arde en la hoguera
de nuestros recuerdos".
Y en tus manos, me veo solo
como un amasijo de hierro fundido.
¡Moldéame como tú quieras!
¡ay, mi amor...!
qué poco esfuerzo,
me cuesta imaginarte...
y lo imposible que me resulta...
¡el no quererte!