Llovía fuera y ella, solo
lloraba...
sus ojos eran como lagos,
perpetuos manantiales dónde;
fluían dolorosos sus males.
Miraba bajo el arco de sus
lágrimas
la causa injusta de su
desdicha...
una recia figura postrada
y de rodillas... lamía su pena.
Lejos de sus suspiros,
sus ojos eran como puñales;
clavados por entero en el
corazón,
por sus lágrimas mortales.
Ella... triste y desolada
vertía en él, cuanto deseaba...
mas no era a ese ser,
a quien amaba;
sus sueños... la delataban.
Él la miró...
sus ojos cargados de súplicas,
lágrimas de plata,
sobre su tez dorada...
Ella suspiró y se
dijo;..."no puede ser,
mi corazón no me engaña..."
sus ojos doloridos,
no dejaban de derramar lágrimas.
Cansada de expresar
sin ser entendida,
dijo sus últimas palabras...
"quizás un día... deje de
llover sobre mi alma".
Llovía fuera y ella, solo
lloraba...
sus ojos eran como lagos,
perpetuos manantiales dónde;
fluían dolorosos sus males.
Miraba bajo el arco de sus
lágrimas
la causa injusta de su
desdicha...
una recia figura postrada
y de rodillas... lamía su pena.
Lejos de sus suspiros,
sus ojos eran como puñales;
clavados por entero en el
corazón,
por sus lágrimas mortales.
Ella... triste y desolada
vertía en él, cuanto deseaba...
mas no era a ese ser,
a quien amaba;
sus sueños... la delataban.
Él la miró...
sus ojos cargados de súplicas,
lágrimas de plata,
sobre su tez dorada...
Ella suspiró y se
dijo;..."no puede ser,
mi corazón no me engaña..."
sus ojos doloridos,
no dejaban de derramar lágrimas.
Cansada de expresar
sin ser entendida,
dijo sus últimas palabras...
"quizás un día... deje de
llover sobre mi alma".