Imagen obtenida de Internet
Serénate
el alma, mujer, mírame a los ojos
y
dame pliegue a pliegue tu piel,
para
besarla y acariciarla hasta absorberte
el
alma y tu divina y apasionada esencia de mujer.
Quiero
volver a echar la vista atrás
y
echar un vistazo, recordando, todo lo que sin querer;
dejé
muy alejado de tu cuerpo y goce.
Creía
que iba a gozar de esa aventura perpetuamente,
y
hasta llegué a creerme que estaba impreso en tú piel.
Hasta
que algo se rompió en mí y me detuvo
en
ese oasis inquieto de tus besos y de tu miel paralizando mi alma.
Viví
egoístamente pensando estar en tus entrañas,
porque
me obsesionaba seguir ahondando dentro de ti...
pero
mis pulmones tan solo inhalaron veneno,
el
mismo que nos mató a los dos.
No,
no deseo recobrar la libertad, porque ésta
solo
me servirá para estar más alejado de ti.
¡Eres
mía y yo tuyo, recuérdalo siempre!
Seré
como un tatuaje imborrable dibujado en tu piel!