Hoy querida mía,
Te amé más que ayer.
Fuiste esa musa extraordinaria,
Callada esencia donde vive y sueña,
Mí querida poesía...
Y me hiciste renacer... sin demora;
¡Tantísimas horas entre tú y yo... secretas!
Vivo en ti todos mis anhelos,
Mis sueños son tu abrazo y tu abrigo,
¿Qué no diré de tus labios,
Si son el arroyo cristalino
Donde sacio toda mi sed?
Quisiera apoyar mi cabeza en tu regazo
Y dormitar...
Para soñar esos sueños nuestros y
Esconderme tras el latido de tu corazón.
¡Ay... ése dulce arrullo de tu voz!
Y esa risa que me enerva
Y que me hace desearte cada vez más...
¿Cuándo de nuevo la podré escuchar..?
Sueños y deseos...
De suspiros de un solo aliento,
Esperando solo un momento más;
Mi amor... te amo y te amo...
Y cada día te sueño;
¡Y cada vez odio más... el tener que despertar!