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    lunes, 23 de enero de 2017

    Espérame en el cielo, no tardo, voy llegando





    Espérame en el cielo,
    no tardo, voy llegando,
    te rozo, acéptalo,
    juntos tú y yo, luchando.

    Lo hicimos en la tierra
    y nos dejamos ganar,
    olvidando antes soñar,
    y perdimos la guerra...

    Ya llego, abrázame,
    eres la estela, guía
    insomne de mi infame
    proceder, mi abadía,

    quiero morir junto a ti,
    bebiendo de tus labios,
    sabiendo que en ti vertí
    amor, pasión, ¡orgasmos!


    domingo, 22 de enero de 2017

    No necesito enemigos ¡yo soy el enemigo!


    Imagen obtenida de Internet

    Qué se puede hacer cuando ya no se tiene alegría,
    cuando ves que el tiempo transcurre sin ilusión o fe.
    Cuando cada segundo deseas sea el último...
    y no pasa nada... sigues respirando, con vida.

    Me duele tanto saber que no soy más que un punto en la nada, 
    una efímera y seca mota de polvo, sedienta
    y capaz de soñar o ¡volver a creer en las hadas!

    Odio en lo que me he convertido, ¡mustio y sin alma!
    Hereje sin sueños, sin ilusiones, fe o esperanzas...
    Cargado de dolor, desesperanza o añoranzas,
    llevando todo a mis espaldas, sin quedarme nada.

    Me grito fuerte, sin querer mirarme en el espejo,
    ¡Basta de flaquezas, quejas o lágrimas ingratas,

    eres tú quien te flagelas, pides muerte o te matas!


    jueves, 12 de enero de 2017

    Ya… ni me queda orgullo

    Imagen obtenida de Internet


    No hay tiempo, las manecillas del reloj no paran de girar. 
    Tiemblo y no es solo porque mi tiempo se acaba, 
    la soledad, espantosa, se agita de placer con solo mirarla.

    Hace años que se me abrazó y ahí sigue, pegada a mí y encantada. 
    No la culpo, mi cuerpo es cálido, confortable y mullido,
    relleno todo de carne y grasas.

    Las hay insalubres, también saturadas.
    Pero ¿qué le importa? ella solo se alimenta
    de mi desgracia.

    Una sola vez logré escaparme y, 
    casi consigo evadirme de su abrazo, 
    volverme invisible a sus ojos, opaco también a sus antojos 
    pero, solo fue un segundo.

    En el siguiente, me poseyó y me hizo suyo.
    Hoy, apenas un segundo atrás, 
    la veo solazarse zampándose con gula mi destino.