Imagen obtenida de Internet
Y mi boca se fue saciando
con cada beso tuyo
y con cada gemido que ya era mío.
Pervirtiendo a tu boca hasta lo indecible
con cada aliento o suspiro mío.
Bebí de ti sin conseguir saciarme,
describiendo con mi lengua
lo sentido, lo latente y lo disfrutado,
sin dejar de besar, morder o lamer
cada milímetro de la piel de tu cuerpo.
Mi prisión fueron tus besos,
así como libertad y evasión sentí
en los jadeos que logré despertar en ti
robándotelos desde tan adentro.
No sabes amor cómo me llené de ti,
con cada orgasmo tuyo regalado
y de cada uno de tus suspiros lanzados
a mis labios o de los gemidos míos
que me bebí para no soltarlos y un día olvidarlos.
No, no lo sabes, mi amor, ni lo sabrás jamás
porque al entrar tan dentro de ti, ya no soy yo… ¡soy tú!
Y mi boca se fue saciando
con cada beso tuyo
y con cada gemido que ya era mío.
Pervirtiendo a tu boca hasta lo indecible
con cada aliento o suspiro mío.
Bebí de ti sin conseguir saciarme,
describiendo con mi lengua
lo sentido, lo latente y lo disfrutado,
sin dejar de besar, morder o lamer
cada milímetro de la piel de tu cuerpo.
Mi prisión fueron tus besos,
así como libertad y evasión sentí
en los jadeos que logré despertar en ti
robándotelos desde tan adentro.
No sabes amor cómo me llené de ti,
con cada orgasmo tuyo regalado
y de cada uno de tus suspiros lanzados
a mis labios o de los gemidos míos
que me bebí para no soltarlos y un día olvidarlos.
No, no lo sabes, mi amor, ni lo sabrás jamás
porque al entrar tan dentro de ti, ya no soy yo… ¡soy tú!