Pudiera ser que un beso no sea la vida entera, cierto, sin embargo, somos capaces de pensar que sí y entregar corazón y alma a quien nos lo de. Después, dejémonos llevar y que el tiempo nos abrace con su tic, tac.
lunes, 27 de agosto de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
Fuimos los salvajes herederos de nuestro sueño
Imagen obtenida de Internet
¿Recuerdas, mi amor, la entrañable sensación de lo vivido,
abrazados a nuestros cuerpos los dos?
fuimos
los salvajes herederos de nuestro sueño
bendecidos
fuimos los dos con nuestro amor.
Recogimos
la cosecha con nuestras manos
y
también con nuestros sentidos,
lo
disfrutamos con pasión.
Encerrándonos
después en un escueto rincón del alma
donde murieron nuestros recuerdos
sin
esperanza ni ilusión.
Hoy,
muerta la llama, me desborda el llanto al recordar
cuanto la amé y cuanto ella,
me amó.
Sufrimos
por ello el castigo, gozamos nuestro
dolor.
Por
ella recibí en mí el disparo a la memoria injusta,
causa
probable de mí aflicción.
Las tinieblas me abrazaron
y envolvieron, cerré
los ojos y se me secó
en ese mismo instante el corazón...
Algo
entonces se posó en mis parpados,
eran
labios de mujer, sentí su hálito caliente
en mi frente besándome con tanto amor,
que
si un Dios hubiese existido
¡revivir
de nuevo le habría rogado yo!
Ella, morirá en los míos... cuando yo muera
Pintura Dramática y Artística de Liu Yuanshou, 1967, (China)
Ella
es silenciosa como la mar cuando está en
calma,
está quieta, inmóvil en la arena de la playa…
ella observa enamorada la
laxitud de las olas
y
yo la miro a sus ojos con su azul violeta.
Está
triste y pese a su inmovilidad,
su mirada es inquieta, aunque ella calla, está
ausente...
sigue
mirando al mar y sin decir nada.
La
amo tanto y tanto la extraño…
si
supiera cómo estoy de ella enamorado.
sé
que su cuerpo continua conmigo, sin
embargo…
la
noto extraña y ausente de mí.
La
miro, y ella se vuelve y lanza un suspiro.
¡Ay,
mi amor, cuánto la adoro! Su corazón sigue lejos,
esperando no sé qué. Imagino que se me
aproxima
y cierro los ojos, es toda luz
que
me ciega y embriaga con su belleza y aroma.
Se
descalza y se echa sobre mí, cálida y sutil
como pétalo de una flor de otoño.
Sus
ojos azul violeta se diluyen en mis ojos
¡como la marea brava en una tarde gris
de tormenta!
Me
abraza y se me acurruca buscando una
ruidosa melodía. Abro los ojos y la vuelvo a mirar desde la distancia, me siento morir en sus ojos, hoy los míos
serán los suyos lo último que vean antes de mi último suspiro, mi estertor
final. ella,
morirá en los míos... cuando yo muera.
sábado, 25 de agosto de 2012
La vida, pasa… se me va llorando y sin hablar
Me queda
por recordar
hechos y
sucesos que
jamás
sucedieron
y que nunca
ocurrirán.
Fechas
que pudieron ser importantes
felices
momentos
que se
nos perdieron,
queriendo
volar.
Estoy
triste…
no tengo
ni desconsuelo
la vida
se me va deprisa
casi tanto
como
los
"te quiero".
Perdí la
fe en el hoy
nunca la
tuve en el después
y ahora
no la tengo en el ayer
se quedó
viejo y embustero...
¡Y no lo
quiero!
pasa sin
pensar
la vida,
pasa…
se me va
llorando y sin hablar.
Ya no me
quedan congojas
ni
siquiera por las que me pueda quejar,
solo me
quedan las ansias…
aquellas
por las cuales
¡aún merece
la pena suspirar!
viernes, 24 de agosto de 2012
El olvido... nos acabará enterrando a los dos
Ni una
vez más volverás a escuchar mis latidos,
ansiosos
y pegados a tu pecho,
y te
cansarás de golpear en él una y otra vez,
hasta
que sangren tus nudillos.
Y no, no
reabriré la puerta a mis sentimientos
y estos
no volverán a por ti, al contrario,
volveré
silencioso hacia el lugar
de donde
nunca debí de salir… los sueños.
Ni una
caricia más, ni un beso, hasta quizás,
ni
sintamos un solo roce más en nuestras carnes...
aunque
éstas permanecerán calientes mucho tiempo...
deseándose
de manera ansiosa y apasionada como en el primer día.
No
obstante, no… jamás te tocaré,
me
mantendré en el mismo abismo, aquel donde un día,
me
empujaste a caer y, en esa eternidad, deseada junto a ti,
desapareceré tan dentro de mi ser que,
sin darnos apenas tiempo ni cuenta…
el olvido... nos acabará
enterrando a los dos.
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martes, 21 de agosto de 2012
No es una disculpa, es solo querer una respuesta
No
acierto a saber en qué fallé...
me había
creído que todo podía haber sido nuestro,
y no. no
es una disculpa, es solo querer una respuesta.
El
tiempo me genera una angustia
y esa
angustia se aposenta en mis entrañas,
me
producen una herida y mucho daño…
Quería
ser un "todo" para ser necesario en tu vida,
y no fui
nada… solo, un estorbo.
Historias
nuestras fueron del ayer dormidas al fin…
o quizás
estaban ya muertas, sin querer.
Me
atormenta una pregunta… ¿Quién de los dos sobró?
¿fueron
mis deseos de ti? ¿mi alocada e irrefrenable pasión?
¿o
fueron mis nulas cualidades,
la
verdadera realidad de tu evasión?
lunes, 20 de agosto de 2012
Me desperté llorando… las sienes y la almohada humedecidas
Me disfracé del aire para llevarte
la fragancia de las flores,
y recosté la ligera tempestad de mis sienes
en la almohada de tus pasiones...
Caí entonces hacia el abismo insondable,
lugar de donde jamás se regresa.
Y quise. una vez en el fondo… me dejase
amarte.
Me desperté llorando…
las sienes y la almohada humedecidas.
El corazón latiendo desaforadamente
y el alma encogida…
helada por la escarcha de tu huida.
¡Tanto fue el dolor sentido!
que aún te sueño... y sé por tanto,
que mi sueño es inalcanzable.
Tan lejos es el infinito... como lejos me
queda
el pronunciar tu nombre…¡y el nunca poder
alcanzarte!
sábado, 18 de agosto de 2012
La olvidada, jugando a ser feliz
Deseaba
vivir más que nadie...
nada
parecía pararla, sin embargo,
un amor,
no correspondido como ella esperaba,
la dejó
en el camino.
Confundida
y atrapada por el egoísmo,
se negaba
a dar sustento a sus sentimientos
y no los
alimentaba…
nada más que con migajas que, ella,
creía, era
amor.
No
obstante ella jugaba a ser feliz…
sin
saber que con la felicidad no se jugaba...
hoy, tan
solo recoge las cenizas,
quemadas
en el volcán de sus ansias.
Aún se
la puede ver por la calle,
sonámbula,
trastabillando como una beoda,
perdida
y sin rumbo buscándose por entre las calles
deshabitadas
de su mente egoísta y enferma de soledad.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Quizás fácil de querer pero, demasiado difícil de complacer
No me
busques más,
el
tiempo marcó nuestro final,
nada nos
queda en común, salvo,
nuestra
propia necesidad de amar u odiar.
Una vez
llegaste a mí y fue sencillo amarte,
quererte
como te quise…
adorarte
como nunca, quizás,
vuelva a
adorar a nadie más.
Pero,
está bien, todo acabó, ¡sigue tu camino!
Yo,
volveré al sendero de donde nunca, nunca...
debí
salir… total, yo mismo solo, me engañé,
creyendo
que eras toda una mujer...
quizás fácil de
querer pero,
demasiado difícil de complacer.
¡Qué más da, al fin, estamos los dos... solos de nuevo!
Vuelve
la derrota…
se me
acerca sin disimulo
Y se me
abraza...
como lo
haría una amiga de toda la vida.
Tan
cariñosa ella y tan voluble…
un día
se aleja y al otro...
vuelve
con más cariño y más fuerza.
¡Bienvenida
de nuevo, cariño mío…!
"pensaba
que ya no volverías a mí…
veo que
equivoqué de nuevo el rumbo",
¡dándome
de narices contigo de nuevo!
La vida
es dulce, se ríe de mí,
¿o
conmigo? ¡Qué más da, al fin,
estamos
los dos... solos de nuevo!
martes, 14 de agosto de 2012
Déjame tu huella y hazme tuyo…
Deja mi
amor… deja que mis caricias
resbalen
por tu piel
y mis
dedos formen surcos de placer
por cada
poro y cada pliegue de tu cuerpo de mujer.
Mientras,
mi boca, se sacia y bebe de tus gemidos,
hasta
que siente toda tu humedad llenándola por completo.
Porque,
mi amor… me das tanto
y te
siento tan profundo y tan adentro que,
me es
imposible no dejar que tu goce sea el mío.
Deja,
déjame tu huella y hazme tuyo…
recorre
cada vasto imperio de mis sentidos,
y quema
cada profundo estertor de este moribundo,
que sin
embargo… por ti, seguirá por siempre vivo.
miércoles, 8 de agosto de 2012
¿Quién dijo que amar, era fácil?
Se hizo
desear, sin condiciones, libremente.
La sumisión
como palabra más abyecta,
dejada
de su mano… muriendo sin querer.
Una
historia más con final absurdo, injustificado.
¿Quién
dijo que amar, era fácil?
Yo, la
amé mucho más que a mí propia vida, y perdí.
Perdí tanto, y tanto dejé de ganar…
Ella aún
sigue con su sonrisa fresca y cándida,
engañando
a sueños, pervirtiendo almas y destrozando
corazones…
y de mí, ¿quién se acuerda de mí…?
No
vendrá no, a buscarme y hacerme feliz,
seguirá
cuesta arriba, elevando a unos u a otros,
hundiéndome
solamente a mí…
Al final
será la herida sangrante, la que nunca veo
pero que
sangra abundante,
la que
procure que mi vida se acabe al fin,
fingiendo
que aún la persigo, pero no,
solo
habrá sido un sueño, y yo…
me estoy
mintiendo.
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