No
acierto a saber en qué fallé...
me había
creído que todo podía haber sido nuestro,
y no. no
es una disculpa, es solo querer una respuesta.
El
tiempo me genera una angustia
y esa
angustia se aposenta en mis entrañas,
me
producen una herida y mucho daño…
Quería
ser un "todo" para ser necesario en tu vida,
y no fui
nada… solo, un estorbo.
Historias
nuestras fueron del ayer dormidas al fin…
o quizás
estaban ya muertas, sin querer.
Me
atormenta una pregunta… ¿Quién de los dos sobró?
¿fueron
mis deseos de ti? ¿mi alocada e irrefrenable pasión?
¿o
fueron mis nulas cualidades,
la
verdadera realidad de tu evasión?