Imagen obtenida de Internet
Busco sus silencios en el ulular de su aliento,
cuando de su cuerpo me adueño, poseo o pervierto.
Cuerpo que se convulsiona a la melodía y al ritmo
de mi cuerpo, ardiente de lujuria y desenfreno.
La domino o la hago gritar de dulce tormento.
¡Es mía! Mi carne se
adueña de sus aposentos
y hace hervir su sangre de placer y desaliento.
¿Mi causa? darle goce a su cuerpo y alimento.
Se deja dominar y calma su sed con el embate
insistente de mi cuerpo, quitando su sed, hambre,
y lamentos, con mi carne, boca y en !mis adentros¡
Su instinto carnal me quema y enciende por momentos,
el final
está próximo, ella grita, me araña...
y yo... me desvanezco en sus entrañas y despierto.