Imagen obtenida de Internet
Añoro
sus caricias, su suavidad
y ese
vendaval sano de aire fresco
al
abrir su boca y sonreírme sin más,
mimándome
y besándome al despertar.
Echo
en falta sus ganas, su decisión,
esa
que me arrastra y puede conmigo,
la que
me enerva y se mete en mi sangre,
la que
hace que salte o brinque a sus brazos.
te
busco en la distancia... te olfateo
y esta
angustia me causa mucho dolor...
muevo
la cola, triste doy la vuelta
y giro
sobre mis patas... tres días,
casi
cuatro ya que te fuiste, ama...
y aquí
sigo... triste, esperándote.