No
pierdas le fe, sonríe a la vida,
eres
hija de las hadas, flor de té.
No
huyas sin rumbo, cree en tu mirada,
ella
es limpia, dulce y es un calmante
de
todos los que, como yo, álgida,
mantenemos
la fe oculta y ausente,
no
te ausentes de ti, ¡vive la vida!
eres
un amor excelso y caliente.
Deja
a la fe ciega viva y presente
y no
te preocupes si está afligida,
porque
ella se ocupará de abrazarte.
Sonríe
niña a la vida, tu hada
y yo
para ti sueño abrazándote
también
abrazando tu fe dormida.
Dedicado a mi querida amiga Isa Rocha.