Imagen obtenida de Internet
Quiero pedirte disculpas porque
no acerté… mi puntería falló,
se empotró
directamente en la pared,
arduamente y con fórceps apreté pero
¡No pudo ser!
Entendí entonces que al amor,
no se le obliga, amansa o se le finge,
hay que dejarlo libre para ejercer y
que se expanda, hiera o ame sin ataduras.
Lo sé, me engañé… quise forzar a mi corazón,
engañarlo mirando
para el otro lado
¡qué equivocado estaba!
Al amor no se le mima solo con cariño,
con caricias dulces, tiernas, sin ser deseadas.
Ni con las excusas que me di, al pensar:
la amaré sí, algún día, mientras tanto… esperaré a sentir,
Lo siento, sé que te va a doler…
yo mismo siento el aguijón de ese dolor,
cuando pienso cómo te herirán mis palabras…
Cuando las leas sé que sentirás en tus entrañas
cómo el
corazón se te ha desgarra.
Te pido perdón si te ofendí…
fui de noble y de sincero pero, al
leer yo mismo estas letras…
siento cómo se me deshilacha el alma
y muero aún más por dentro al no poder decirte esas palabras
que tanto ansiabas escuchar ¡te quiero,
Alba!