Imagen obtenida de Internet
Se me pasan los días... las noches se me acortan
y los meses
se me van.
El tiempo adormece mis sentidos
y la vida prosigue imparable
su
lento e inflexible caminar...
Mis ojos cansados miran mi reloj
con su continuo tic, tac,
que
juega a ser el cruel testigo
de este maldito caminar...
Siento como se aleja su risa,
casi ni la recuerdo ya,
y me entristece la monotonía
de este amargo sonar y sonar...
Qué triste son los días sin ella
pensando en si alguna vez volverá.
Dolientes mis sentidos
y pensamientos tristes que me dicen;
¡corre a buscarla! ¿a qué esperas, idiota?
En embriagador suspiro,
callo este esperanzador soñar
que me
contesta lastimoso
¿pero... dónde la he de buscar...?
Mi ánimo se deprime,
mi pecho se desinfla
y mi corazón abatido me exige y me pide,
que quiere dejar de caminar...