Imagen obtenida de Internet
A tientas caminan mis sentidos buscando no herir.
Pasan de
largo intentando esquivar vivencias nuevas
e intentando olvidar las desastrosas
experiencias que ayer sufrí...
Procuro no dejarme la piel en quebrantos del corazón
para no volver
a lamentarme y volver a esos días y días
en los que yo mismo me fustigo y que nunca tenían fin.
Y aquí estoy... perdido y doliente
y con esta ansia loca que me
quiebran los sentidos,
haciéndome huir en persecución
de lo que una vez hube perdido.
No duermo, no sueño y no velo, solo
dejo paso al llanto de mis ojos y loco de ira y de rabia,
busco
en mi corazón la salvación.
Más no la hay... Y ese es mi peor quebranto,
mi mayor desespero y desolación.
Se me remueve en las entrañas,
se me lastima,
y rompe al pasarme por
encima, el corazón!
Estos sentidos no razonan,
están agrietados del dolor...
pese a la herida, limpia y cristalina,
aunque por dentro...
¡tenía enquistada hasta la razón!