Imagen obtenida de Internet
Hay una selva en mis pensamientos
y éstos viajan por mis entrañas,
como la maleza lo hace sobre las tierra
cubriendo y engullendo por entero.
Cae la tarde y el sol se aleja en la distancia,
cómo el sueño habido en el ayer
y que hoy, al parecer, ha huido de mí.
El sol regresará mañana.
"Me convenzo nada más".
Mientras mi instinto me dice que
quiere vivir el sueño como las hadas,
que viven el sutil lazo de lo etéreo,
pendiente nada más de proteger su almas.
Condenando estoy al cuerpo
quemarse entre sus propias llamas.
También a morir de melancolía y de sed eterna a mi espíritu, enclaustrado
en un cuerpo débil...
mal llamado humano.
Encerrado y perseguido por siempre
por unos sueños de libertad,
que sin querer penden de un delgado hilo,
haciendo aún más difícil
No caer en el abismo de mi propia tempestad...
Qué necia es la verdad que siempre vence y gana
sobre la mentira
para así envenenar con hiel
al corazón de quien más te humilla...