Veo pasar las horas...
y en mis profundos recuerdos,
cargado de lejanías,
retumban y encienden cada vez más,
las suaves luces de mi poesía.
Y en ellas..."siempre tú, amada mía;
con mis latidos más profundos
y a la vez tan prófugos...
¡siempre buscándote!
por los mundos terrenales;
de mis recuerdos...
recordando que tú,
viviste en ellos.
Suaves sonidos me acompañan,
en los impulsos de este amor,
tan callado y silencioso,
solo llamándote en mis silentes
y más calladas notas.
Empecinadas en pronunciar
en tus oídos...
¡lo mucho que te quería y quiero!
Si supieras al menos,
que desde estas profundidades me sientes...
o quizás, mí esencia te posea toda,
y sepa dejar sobre ti, mí afrodisíaco aroma.
Tal vez entonces, mi alma,
huya de este destino torpe,
con las carencias de este cuerpo...
un cansino, cansado y viejo y loco.