Un sin fin de días,
reuniendo fuerzas
quebrando mis razones
en busca de un destino...
Azuzando al pensamiento
en loca tortura,
e ingeniando una idea;
para tu captura, tú raza.
Tiemblo de pensar que pudiste pasar
por mi vida... sin dejar rastro,
ausente e invisible; a mis ojos...
Si hubiese contado mis deseos a la luna
sobre ti…
ponerla firme, a modo militar
y dejarla recta... esperándome...
luego de arrullarla...
derrotado en instantes,
besarte... hacerte feliz;
¡y romperme en primaveras!
Hermosa y radiante, eres mi estrella,
mí universo gira, te besa y te abraza...
y tu eclosionas, y agredes, como una bofetada;
a este corazón: ¡rompiendo su coraza!