Imagen obtenida de Internet
Sintiendo cómo el vacío de mi soledad
me vacía a su antojo y como me lleva hacia el abismo,
hasta hacerme tropezar sobre mis propios despojos.
Me hiere injustamente, pero esta herida no sangra...
sólo me trasmite su gimiente y serena languidez
desbrozada e inutilizada en mis entrañas.
Ya ni siquiera recuerdo si alguna vez fui un niño feliz...
un día decidí hacerme mayor, me envolví en una falsa
vestimenta
y corrí un tupido velo ante mí olvidándome de vivir.
Sonrisas de inocencia que dejé atrás sin saber que...
¡Jamás las iba a poder recuperar!
"Hoy he vestido a mi cuerpo solo de ausencias...
al igual que un día lo he de desnudar... para morir.