Ansiando como un loco, un beso tuyo.
Acaricié, sin pensar tu foto, y me dije..."Hoy podría
ser".
Disolví entonces mis miedos contemplando en ti mí reflejo.
En ese espejo desvaído y dolorido que era tu desconsuelo...
sin temor a perderme después, en ellos.
Aterricé una vez más en esa callada caricia tuya
y me envolvió la tranquilidad, de tu beso...
disipando al fin mis miedos.
¡Qué labios más ardientes! ¡me apresaron y se fundieron!
llenándose de mis entrañas... de mí carne ¡y de mis secretos!
"Desde entonces que sólo a ti te pertenezco...
tuya siempre... el alma, Los ojos, la vida...
¡y el corazón... entero!