En esta claridad del mediodía,
lejana la mañana ya...
siento como se me desvanece la esperanza...
de volverte a encontrar.
Pasaste junto a mí,
como una estrella fugaz...
dejando en mi cuerpo tu calor,
y sin rozarme apenas,
me acariciaste con tu luz, el alma.
Te metiste en mis sueños.
y robaste mi alegría...
ahora solo soy,
un muñeco sin vida;
un fantasma Ilusionado,
un imberbe al que le robaste la vida.
Soy un irreverente poeta,
cargado de letras sin formar
esperando la vuelta de una estrella,
a una estrella fugaz y evanescente...
que me robó el alma, sin darse mucha prisa.
De locura... esta añoranza mía,
nunca estuviste en mis brazos,
tus labios jamás me han besado.
y tu cuerpo jamás acaricié...
y sin embargo... ¡cuántas veces lo soñado!