Mírame, mi cielo, estoy tan próximo a ti,
como lo pueda estar el hálito ardiente,
de un amante fogoso y ardiente;
en el lecho cálido de la piel de su amada...
¿Me sientes ya, amor...
sientes mi piel cálida
deseosa de ser,
por tus labios... besada?
Tu anhelo... es más fuerte que yo
tu deseo es mi calentura que
me grita desde mis adentros;
pidiendo poseer tu endiablada hermosura.
Eres Tierra y, yo, soy tu cielo,
más abajo está el infierno donde,
mi cuerpo yace en llamas,
esperando tu cuerpo y tus deseos.
Yo soy la luz…
y tú eres la oscuridad donde
penetro hacia tus entrañas...
mi cuerpo sobre tu cuerpo
mis deseos por encima de tus ansias...
Y aquí estoy amor...
observándote,
desde la distancia...
tan ciego y enfermo de amor...
que sin tus caricias, ni tus besos;
tu ausencia... me mata.