Si recorro hoy a ciegas esta senda,
misterios
y luces entre luciérnagas
son
la herrumbre que me ciega
y
el sustento inocuo que sujeta mis deseos.
Virginal
y puros... sin dobleces,
son
los brazos doloridos...
de
quienes me aprietan y muelen las entrañas...
¡Qué
vana es la ceguera,
de
puros latidos que arden como yesca seca,
sobre
este cuerpo,
que
ayer fuera una hoguera...!
"y
hoy, solo un frío despropósito".
En
silencio mis cenizas guardo
y
recojo las almas de quienes me velan,
frutos
ineludibles de siembras efímeras...
¿Y
si acaso,
solo
fuese el ocaso
de
una pobre y mugrienta vela...
esperando,
un soplo helado, que la duerma...?
Me
desespera esta horrible espera,
sensaciones
de hormigueo por mis sienes
y
mariposas en mi estómago, en ensoñaciones placenteras...
Y
yo.... que camino por esta senda,
donde
piedras mas grandes que mis piernas,
obstruyen
los dominios y veleidades
de
este anodino escribiente y fracaso de poeta.