Mi madre y yo
¿En qué momento te perdí madre?
¿En qué instante me alejaste de tu brillante estela
y de tus
hermosos ojos azules,
que palidecían tras una nube gris
de mansedumbre, tristeza y conformidad.
Te olvidaste de los nombres de tus hijos
y de las caras de los que tanto amaste,
perdiéndote en ese limbo triste,
donde sólo son capaces de subsistir las sombras
y las tenebrosas
imágenes de tus recuerdos pasados
más tristes y feroces.
¿Dónde estás madre?
Que en esta ausencia tuya vivo la desilusión
cuando miro tus ojos, de no hallar más que indiferencia,
extrañeza o ausencias.
Cuanto dolor siento al ver ese cruel abismo que nos separa,
de
opacidad, indiferencia y olvido…
!Lo odio madre!
Odio no encontrar ese divertido brillo azulado,
cuando
sonreías con mis chistes,
o esa risa divertida cuando te reías con mis
payasadas.
Ahora también sonríes…
pero tu sonrisa es hueca, inexpresiva,
vacía.
No, ya no es igual.
Te fuiste muy lejos, madre... Y lo peor de todo es que sé que
ya nunca volverás…