Imagen obtenida de Internet
El velo del dolor viste mí cara,
no deja resquicio a la duda,
mi alma llora sin ninguna esperanza.
Tinieblas encuentro entre golpes y llagas,
poblando a este corazón de desatino y lástima.
¿Podré algún
día ser feliz con lo que quiero ser y soy?
y no por lo que quieren que sea o
haga...
No atino a resignarme...
¡no quiero resignarme!
mi corazón late desaforadamente,
lucha contra la razón...
contra ella, que quiere morir.
Veneno hay en esta desafortunada alma...
transparente muchas veces,
aunque bebe del rencor que vive y late
profundamente en sus
entrañas...
y en ella, sin compasión, clava sus garras.
Ni habitar el refugio del ayer
me permite del olvido vivir…
y grito: ¡no más nostalgias
ni más futuro de sueños por cumplir!
solo deseo ser lo que soy...
¡Nada! porque… ¡yo no soy nada!