Imagen obtenida de Internet
No te ocultes en lo oscuro de tu mundo,
porque sé que te fallé...
no atisbo las razones
ni consigo averiguar dónde fue.
Es absurdo que quieras
seguir viviendo entre las sombras,
ocultando tus rencores,
por muy válidos que te parezcan.
Me lo diste todo, lo sé.
más incluso de lo que me merecía,
te entregaste a mí sin dejarte nada...
con tus mejores prebendas y parabienes,
hasta te dejaste acurrucar entre mis brazos,
fingiendo que era yo quien te protegía.
Y fuiste mi mujer, obcecada y graciosa,
la musa indiscutible de mis versos.
la rosa prendida de mi pecho,
la luz que me alumbró y cautivó,
sacándome de la oscuridad,
y de las sombras del olvido.
No te ocultes más,
sé que sigues ahí… oculta e indemne,
insinuante y protectora.