Imagen obtenida de Internet
Me recreo en cada gesto de tu cuerpo,
en cada tic o pestañeo de tu mirada,
mientras percibo el ligero temblor de tus manos,
prendidas
amorosamente entre las mías enamoradas.
No quiero ni imaginarme el perderme alguna vez,
tu aliento en
mi espalda, cuando al anochecer,
te me abrazas silenciosa y excitada.
Eres la yesca ardiente
que me enciende a besos,
con caricias
de tu cuerpo apasionado
sobre mi espalda.
Me apasiona el modo en que me besas
o el dulce y a la vez
picante modo
en que te me adueñas,
de todas mis ansias desbocadas.
Te abrazo, en un inexplicable modo de decirte,
lo mucho que te
adoro y lo mucho que te amo.
Somos una pasión soñada, un albor
entre amaneceres
que se abrazan al alba.
No me preguntes cuándo fue que te soñé,
porque no lo sé, quizás mañana te sorprenda saber,
que al
despertar, otro sea mi sueño
y tú ya no estés en él abrazada a mi mañana.