Imagen obtenida de Internet
No me esperes, esta vez no iré.
Seré el aborigen de mi propio sueño,
un solo destino, apacible, pausado y sereno.
Tranquila, no volverás a verme,
es posible que hasta dejes de escucharme,
no lo sé, es todo tan difícil
para el que se va…
Es cierto, te prometí un paraíso.
Un mundo a tu medida, a tu gusto.
No lo cumplí, fui un necio, lo sé.
No obstante, sabes bien que lo intenté.
Hoy no dejo de preguntarme
Qué fue lo que viste en mí
que hasta te hizo cerrar los ojos
y lanzarte al abismo
sin siquiera quitarte los zapatos.
Sé que no me merecía tu cariño,
mucho menos aún tu respeto o tu amor.
Pero fui sincero aquella vez,
cuando te dije con amargura, que tu vida
conmigo se te Iba hacer insoportable.
Lo sé, no quisiste creerme y así me fue.
No obstante, lo conseguiste, me condenaste,
sin saberlo a la
peor de las muertes, tu olvido…