Imagen obtenida de Internet
Me enloquece mirar hacia atrás,
sentir en mis carnes
ese tremendo vacío de no ser nada.
Intentar pese a todo,
justificar mi desidia,
al enorme fracaso,
de no conseguir sobrevivir en el lodo.
Miserias, que en mi alma,
me muelen a golpes y arañazos,
desgarrando cada décima de fiebre
o cada intento de emocionarme.
Sí, lo sobrellevo, iluso de mí,
esta opacidad del pensamiento.
Latidos desgarradores que preguntan
y respuestas aceradas que me dañan
sin motivo aparente ni razón.
Soy como la burla del destino,
siempre en lucha, perdiendo sus batallas
y muriendo una y otra vez, sin pausa,
en todas las guerras empezadas.