Imagen obtenida de Internet
Fuiste como el sorbo de amargo vino
del que se bebe sin sed hasta hartarse.
Fui culpable, no lo negaré,
de beber y no saber parar a tiempo.
Transito hoy degenerando el tiempo,
aplacando lo que siento, en otros brazos y
perpetrando la más deleznable de las hazañas:
buscarte sin
descanso inútilmente.
Iluso, destemplado y temeroso,
no discuto en el reino de las hadas.
Fui la virtual excusa del que miente,
aquel malvado que usa el ritual de lo profano.
Me fustigo cruelmente sin descanso.
Me maltrato poderoso mientras amo,
asiendo con fiereza el látigo que escudriña al aire,
el que
golpea furioso y en silencioso mis entrañas.
Soy el hereje de una pasión desmedida.
Poeta de unas letras que me desbordan,
pintor de unas líneas que me resbalan y
la música de una historia que nunca fue mía.