Translate

Twitter - Linkedin

  • TWITTER

    Instagram

    martes, 7 de mayo de 2013

    La lava ardiente era tu sangre y tus entrañas, la fuente eterna

    Imagen obtenida de Internet



    Temblando de orgullo suspirabas,
    levantando la mirada y sin tener que decirme nada.
    Tampoco yo esperé a que abrieras la boca
    y te planté un beso que te dejó desconcertada,
    aunque feliz y también algo asustada.

    No tardaste ni un segundo en abrir tus labios
    y enlazar tu lengua a la mía, que ya te desnudaba hambrienta, mientras nuestros cuerpos se enlazaban, encontraban y se amaban.

    Fuego y llamas en nuestros cuerpos, ardían y quemaban.
    Fundidos ambos, sofocados de deseo y calentura,
    que nos decían a gritos que era del todo insoportable aquel deseo infernal.

    Tu misma saltaste sobre mí y dejaste que mi miembro,
    erguido y orgulloso, penetrara en aquel maravilloso volcán,
    donde la lava ardiente era tu sangre, y tus entrañas,

    la fuente húmeda y lujuriosa de aquel amado y anhelado manjar.