Imagen obtenida del Internet
Me alejé del amor, hui tan lejos
y distancié tanto que,
los caminos fueron borrados
por las malas hierbas
que lo ocultaron a mis ojos, para siempre.
Entonces fue que me acostumbré
a vivir eternamente sin él.
Aún hoy ni caminando despacio
y aguzando la vista, logro divisarlo.
Claro que, ni tropezando con él sería capaz de verlo
ni mucho menos aceptar que éste fuese para mí.
Me lastima el transcurrir del tiempo,
ese gran desconocido
que, sin embargo,
me conoce más que nadie.
En sus manos no soy más que aire escapando
por entre los
huecos de mis manos.
Y ya... me cansé de esperar. Basta ya de escapar y esperar
a que sea el tiempo quién me lo venga a arreglar.
No me quiero ir de este mundo
sin volver a mirar directamente a los ojos del amor
y decirle, sin vacilar; ¡esta vez no te vas a escapar!