Imagen obtenida de Internet
Qué
bello es descubrir que estás enamorado...
sin
embargo, esa felicidad desaparece
cuando
descubres que estás amando a un sueño
y
que al despertar éste se ha evaporado.
Luego
miras al cielo y te ríes observando con sibilina acritud hacia
aquel ser que miente sobre las formas,
y
que ensucia el honor de la humanidad,
mientras
ésta gime, llora y se conforma.
Mientras,
nuestros demonios vienen vertiendo
su
ponzoñoso veneno de siglos
y
el hombre solo reza, lamenta y mira al cielo
esperando
a que su "Dios" se lo dé todo solucionado.
No
queremos entender que desde nuestro propio nacimiento,estamos
predestinados, destinados a vivir en soledad y estar desamparados.
Y que quién
sonríe, ignorándolo y envenenándonos el alma
no es otro que ¡nuestro propio
corazón estropeado!