Imagen obtenida de Internet
Estoy ciego, visto las sedas de su sexo,
la idolatro y cuando me fundo en ella
siento que es ella,
quien se funde en mí y me hace suyo.
Bella y embriagadora,
con su larga melena al viento
y su sugerente, sexy y felino andar.
Su cuerpo cimbrea, me exorciza,
hasta desear con ansia poseerla
¡y hacerla solo mía!
Me vuelve loco,
me enamora e hipnotiza
y caigo a merced de sus caprichos.
Como un enloquecido,
que tan solo reacciona cuando
la ha perdido.
La lucha contra mí ser,
es grande, colosal
y no me deja de sorprender,
que pese a temer perderla,
quizás... la tenga que olvidar.