Imagen obtenida de Internet
Dicen las estrellas, que ignoré tu nombre,
que burlé la sombra de nuestro pasado
y me aislé de cuanto amaba
por no querer sufrir un nuevo desengaño.
¿Y si fuese cierto?
¿Podrían culparme de protegerme
de lo que pueda hacerme daño?
No soy de metal, tampoco un hombre de barro
ni por supuesto, un pedazo de hielo sin corazón ni pasado.
Soy hombre, un ser humano,
con sangre en las venas y corazón latente en el pecho.
Y mucho miedo a quererte y aún más a perderme
en ese sueño donde se pierden las almas en pena.