Ven, amor, y besa mis
lágrimas...
son las que lloré por ti,
las que cayeron
desiguales,
injustas y con sabor a
hiel.
Ven, y acaricia mi faz,
la que tantas veces
besaste
con amor y emocionada
y que ahora rehuyes
aduciendo
con desprecio, no sentir
pasión.
Ven, y no me llores...
porque no lloras por amor,
son lágrimas de
cocodrilo,
lágrimas falsas e infames
pues las derramas sin
emoción.
Ven, ¿no ves? sigo
llorando... y herido.
Porque una vez te amé
y al despreciar mi cariño
me mataste con tu
indiferencia
/despreciando/
lo que una vez fue tuyo y
mío.