Imagen obtenida de Internet
Te
quise sin pensar en el mañana,
tal y
como eras, sin cambiar ni una coma,
ni una
pestaña te sobraba ,
ni
tampoco te faltaba nada.
No
conté las horas, los días,
los
meses o los años…
Estos
se marcharon sin esperar,
dejándome
un vacío y un desgarrador despertar.
Te
viví y disfruté
mientras
me aguantaste…
Hoy
aquí, sólo y abrazado a mis recuerdos.
Te
pienso, te recuerdo y valoro con el alma,
todo
el amor, ternura y cariño
que a
mí me dieras.
Fuiste
la soledad encubierta,
la
odisea de un amor
con
fecha de caducidad
y
hasta con código de conformidad.