Me
gusta pensar,
pensar
que te tengo,
que
te abrazo
y
que te observo.
Los
dos desnudos,
los
dos cuerpos ansiosos
por
poseer de ambos
nuestros
sentidos...
Los
dos a solas,
amándonos
encendidos.
Recrear
en nuestros cuerpos,
la
incertidumbre
de
habernos querido.
Amarnos
muy
por encima de las horas,
los
días, meses...
y
hasta de los siglos.
Me
gusta tanto gozar contigo,
perderme
horas tras horas
por
los lugares de tu cuerpo
más
secretos y escondidos...
Me
gusta sentir
cuanto
de amor conocimos,
a
solas, acompañados...
¡perdidos!
Me
gusta tanto soñar...
creer
en cuanto he poseído,
cuando
tu eras mi sueño
y
yo solo un desconocido.