Imagen obtenida de Internet
Por
más que mires al horizonte
y
te niegues el ver la verdad,
no
lo tendrás más presente
ni
hallarás tampoco la verdad.
Lo
sabes, lo buscas inútilmente,
sabes
perfectamente cómo fue,
no
me engañes sutilmente,
la
presa fue ya cazada y la agüé.
Puedes
seguir caminando torcida,
de
frente o al revés,
no
obstante estarás igual de perdida
ciega
y con el corazón en el envés.
Distribúyete,
anda, camina,
no
mires hacia atrás, eres tú y no él
quien
te ha de buscar en su mina,
la
del omnipresente corazón de azraél.