Arde en
mí pecho
como una
llama
dolor de
nervios... y flamas
agarrotando
mí alma y las ganas.
Panfletos
de ilusiones desbrozadas,
buscan
la manera justa,
de
quedarme en calma.
Más,
este horrible dolor,
me
desgarra y me mata.
No hay
espíritu que sepa cabal,
unirse a
una montaña,
para
jugar a ser Dios...
¡Dominando
sus entrañas!
El Miedo
a la fusión me cincela,
atando
en corto mis anhelos;
¿soy
Caín o soy Abel...?
¿y si
soy los dos a la vez?
¿O solo
un hombre
abrazado
a su dolor desgarrador?
Rápido,
salto a guarecerme
de lo que intuyo...
es el
abismo encontrado,
¿o sólo
es el medio de lograrlo?
Dolor...
o miedo....
desarraigo
o sumisión,
¿qué camino de
los cuatro, he de elegir
o a cuál
de ellos, en forma de abismos, saltar?
La
desesperación,
no me
quiere dejar elegir...
de
pronto... ¡una blanca luz...
me viene
a recibir!