Imagen obtenida de Internet
La vida
es una razón que duele
un dolor
que traspasa la frontera
de una
excusa inevitable,
ante un cuerpo doliente,
ante un cuerpo doliente,
en el
que sus ideas se mueren...
salvando
las distancias infinitas de la tarde.
Goces
que maldicen la hora, tras sentirlo en sus carnes
siendo a
la vez perseguido por la sombras,
Imágenes
de un recuerdo atroz e insalvable.
Dolientes
garras lacerando sus malolientes carnes,
ecos de
voces de un pasado terminado y lúgubre...
expresados
en la piel cetrina y sucia
de un
pergamino arrugado, viejo, y a la vez funebre.
Se me acabaron los sueños, las palabras...
y se
truncó en mí, cómo leño seco,
la inspiración, tras ser
bautizada por la indiferencia
y desgarrada después por las incisivos de las sombras.
y desgarrada después por las incisivos de las sombras.