Imagen obtenida en Internet
Me voy buscando el aire, la
caricia del centeno,
del trigo o de las rosas primaverales.
Me voy buscando el sosiego de
los atardeceres,
del sibilino despertar de
las aves de paso en las mañanas
o la hosca y juguetona lechuza
en la noche cuando el sol se pone.
Me voy... me voy buscando
el ocaso,
el abismo intempestivo de lo ordinario, "la vida" eso
(que
parece un juego) pero que aun así, me duele...
Me voy sí, a sembrar otra
cosa que no sean fracasos,
esas malas semillas
que nadie quiere pero que crecen entre los
mortales
como la mala hierba y nunca
mueren...
Me voy... y pese a repetírmelo
mil veces,
sigo aquí, buscando tal vez
quien me observe,
me retenga en su pecho y me diga...
¡No te vayas y quédate, también yo... te buscaba!