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Lento recorrido, por los entresijos de amores
que se quieren, enamorados
que se desean con pasión
y de amores que se duelen, cuando éste, con gran
dolor, ya ha pasado.
Vivamos pues, la chispa brillante y lúcida,
que nos alborota
el sueño,
convirtiéndolo en las mil y una noches.
Siempre en el albor de un
amor temprano,
cuando apenas somos una idea
que se asoma en nuestros corazones.
Amores de una sola noche, de días eternos,
de amores lejanos,
huidizos
y temerosos bajo la sombra de los álamos.
Cadencias que son notas, notas de una bella melodía,
compuesta
poéticamente de modo sublime,
al rozarse, locos de amor, nuestros labios enamorados.
Sí, son amores, aquellos que nos dan esa dulce
sensación al
paladar, cuando disfrutamos en un beso,
otros labios, aquellos de aquel o
aquella,
de quien su amor deseamos gozar.